Reformas a la Ley de Comunicación.

El apogeo de una ley: Comunicación 



En aquel entonces se decía que era Ecuador en el que se decía que ``la mejor ley es la que no existía´´, un país en el que se nombraba comunicador a personas sin estudios profesionales y que no tomaba en cuenta a los ciudadanos en el proceso de comunicación.

No fue hasta mayo del 2011 que, en la consulta popular, realizada por el gobierno del aquel entonces presidente de la república, Rafael correa, el pueblo aprueba la creación de una ley de comunicación.

Es así que el 23 de junio del 2013 entra en vigencia lo que conocimos como la Ley Orgánica de Comunicación, la cual consta de 119 artículos, dividido en siete títulos, los cuales se subdividen en capítulos. Esta nueva ley contemplaría el derecho a la réplica y a la rectificación por parte de los que ejerzan la comunicación, dispuso la reversión de frecuencias conseguidas ilegalmente y dispuso su distribución equitativa fomentando la producción nacional, de esta forma dando la oportunidad a que haya emisoras tanto, públicas como privadas, y a su vez emisoras comunitarias. Como estos, más artículos dirigidos al buen manejo de la obtención, creación y distribución de información por parte de todos los medios.

Gracias a estas leyes se comenzaron a presentar denuncias a medios de comunicación, los cuales habían hecho la presentación de cierta información de manera incorrecta, llevándolos a consecuencias legales y por lo tanto a la rectificación de los artículos publicados hasta el momento. Por ejemplo, en el mes de mayo del 2014, el diario El Comercio tuvo que aclarar una nota de prensa sobre la migración de ciudadanos cubanos a Ecuador. El medio rectificó por orden judicial la nota emitida cinco años después de su publicación.

A su vez, en el mes de junio, un colectivo ciudadano denunció al medio Teleamazonas por presunta difusión de contenido discriminatorio.

En el mes de diciembre del 2015, se aprueba vía enmienda constitucional la comunicación como un servicio público, esto quiere decir que la información pasa a ser de carácter público y no comercial o lucrativo, es así que, a partir de estas leyes, los ciudadanos se apropian de chicha ley para hacer valer sus derechos. A consecuencia de ello, los opositores comienzan a manifestar su objeción hacia aquella ley, ya que para su parecer en los medios de comunicación no existe libertad de expresión llegando a enero del 2017 con cuatro candidatos queriendo derogar la ley de comunicación.

En mayo de 2021, el electo presidente Guillermo Lasso derogó el Reglamento de la Ley Orgánica de Comunicación enviando de igual forma a la Asamblea Nacional un nuevo proyecto de ley para regular la comunicación en Ecuador.

Según (GK, 2021) Entre las principales reformas a la Ley Orgánica de Comunicación (LOC) está la eliminación de la Superintendencia de la Información y Comunicación (Supercom), organismo creado para controlar y sancionar administrativamente a los medios de comunicación.

Otro de los cambios es la exclusión de la figura de linchamiento mediático, que prohibía “la difusión de información que, de manera directa o a través de terceros, sea producida de forma concertada y publicada reiterativamente a través de uno o más medios de comunicación con el propósito de desprestigiar a una persona natural o jurídica o reducir su credibilidad pública”. (GK, 2021)

Hasta la fecha se deja que transcurra el tiempo para observar si verdaderamente dichos cambios afectan considerablemente la comunicación del país, ya sea de forma positiva o negativa. Sin embargo, no se olvida que ante todo somos seres libres capaces de expresar y comunicar sentimientos, aspectos y todo lo que infiere en nuestra mente, por ello hablaremos y comunicaremos desde el corazón.


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